La presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, reivindicó la importancia de la Escuela de Cantería que, con 37 años de historia, "es un orgullo para todos y todas, ya que se algo somos nosotros realmente, las gallegas y los gallegos, somos piedra y agua. La piedra forma parte de nuestra trayectoria, del que somos, de como son nuestros pueblos y nuestra arquitectura". Así se manifestó en la apertura del curso académico 2016-2017 de la Escuela de Cantería de la Diputación de Pontevedra, donde estuvo acompañada por la Diputada de Empleo, Montserrat Magallanes; el alcalde de Poio, Luciano Sobral; y el humanista y galeguista Manuel Caamaño, encargado de impartir la conferencia de apertura del nuevo curso.

Silva recordó que, en todos estos años, la Escuela de Cantería aporta mucho esta tradición de piedra que está en cada uno de los rincones de nuestra provincia, de toda Galicia y del extranjero, ya que "las obras de arte hechas aquí son un orgullo para todas y todos y son una clara apuesta por mantener nuestra tradición y autenticidad". Manifestó que las obras que salen de la Escuela sirven para dejar una extraordinaria huella en el territorio, "pero también sirven para recordarnos lo que somos y lo que fuimos".  Recordó, por ejemplo, el orgullo y emoción que supuso poder colocar esculturas como la de María Soliña en Cangas o la del niño Balbino en la Biblioteca Xosé Neira Vilas de Vigo.

La presidenta quiso destacar así, además, la calidad y el bueno hacer de los profesionales que se forman en esta Escuela de Cantería, "de aquí salen maestros canteros que acaban trabajando en lugares tan relevantes como la Catedral de Santiago". Por eso, Carmela Silva explicó que desde la Diputación se va  a seguir apostando fuerte por esta Escuela, "por una profesión tan vinculada a nuestra tradición y también con futuro. Y por eso aprovecho para reivindicar que es incomprensible que estos estudios no tengan aún un título reconocido".

En el acto de apertura del nuevo curso académico, la conferencia de apertura corrió a cargo de Manuel Caamaño, bajo el título "Vigencia de las construcciones gallegas de la arquitectura popular preindustrial". Carmela Silva comenzó su intervención elogiando la figura de este ilustre profesor, escritor y galeguista, del que se dijo sentirse especialmente honrada de tenerlo a su carón. "Manuel Caamaño es uno de esos gallegos ilustres que tenemos la suerte de tener cómo coetáneo, un grano humanista, un intelectual en el sentido más amplio de la palabra y un galeguista comprometido. ES un lujo tener alguien como él abriendo el curso de nuestra Escuela de Cantería", dijo.

Manuel Caamaño es un profesor universitario y escritor gallego, grano defensor y estudoso de los valores arquitectónicos tradicionales de Galicia, siempre vinculado a la defensa de la cultura y del patrimonio gallego. Entre otras actividades, fue presidente de la Agrupación Cultural El Facho, conselleiro en la editorial Galaxia, miembro fundador de Adega y de la Fundación Castelao, así como uno de los fundadores del Partido Socialista Gallego. ES académico de la Real Academia Gallega y patrono del Museo del Pueblo Gallego.  Escribió y coordinó múltiples obras sobre arquitectura y patrimonio de Galicia, por los que también ha recibido  muchos galardones  y reconocimientos.

El alcalde de Poio, Luciano Sobral, aprovechó también el acto para reivindicar la tradición histórica que supone la piedra para los gallegos y gallegas, y en este sentido, puso la Escuela de Cantería de la Diputación ya como un referente académico imprescindible. Sobral recordó que de este centro, ya de larga trayectoria, "han salido grandes artistas y obras ya repartidas por todo el mundo, y así tiene que seguir siendo, por lo que debemos seguir apostando por esta profesión".

En este nuevo curso académico de la Escuela de Cantería hay matriculados por el momento 46 alumnos, tanto en la modalidad oficial (clases por las mañanas de lunes a viernes) cómo en la específica (clases nocturnas de lunes a jueves). Durante el curso pasado estudiaron en el centro un total de 44 alumnos y se realizaron cerca de 20 obras escultóricas y arquitectónicas para diversas entidades y municipios, además de trabajar en la restauración y mejora de muchas piezas de nuestro patrimonio histórico-artístico.  Los trabajos realizados a lo largo del curso pasado fueron para los ayuntamientos de Silleda, Valga, Cangas, Caldas de Reis, Santiago de Compostela, Vigo, O Grove, Vilagarcía de Arousa y Ponteareas, así como para la Orden de la Vieira de Madrid, la Fundación Alzheimer Galicia y la Asociación de Periodistas de Santiago.